Una de mis debilidades...

Como ese mosquito que siente la sangre entre sus patas, como Jimi Hendrix al ver una guitarra solitaria, como un alcohólico que inspira la esencia de una botella de Jack Daniel´s, como una leona al oír los pasos de su presa: así responden mis dedos cuando intuyen la presencia de una hoja en blanco.

Y es que desde que aprendí de pequeña a garabatear en un papel, no he dejado de imaginar, soñar y crear nuevos mundos.
Eternity's Wife.

sábado, 20 de abril de 2013

...Shudders Rain

Para plasmar  una sensación con palabras de forma precisa es necesario un esfuerzo. Especialmente si la sensación toca esa parte tan frágil -y tan fuerte a la vez- del lado izquierdo del pecho.

En estos instantes, me vuelve el escalofrío sólo de pensar en la chica (des)conocida. Un escalofrío al remover de nuevo esos recuerdos y entremezclarlos con mi presente. ¿No son los escalofríos una sensación? ¿Cómo puede haber una sensación al recordar ese tiempo doloroso si ya estaba olvidado, si ya no duele...?

Estoy orgullosa de las mentes humanas... pues sería muy duro mantener en la memoria a corto plazo todos los recuerdos que nos han herido alguna vez. Es costoso, pues cuando la herida está reciente solo evocamos de manera masoquista aquello que nos duele. Pero poco a poco unos recuerdos borran otros, y de repente un día, se te aparecen, sin buscarlas, unas palabras, una foto, una canción, un símbolo o incluso un olor que te recuerda aquel dolor, pero ya no es una sensación, sino simplemente, un recuerdo.

Hoy he sido yo quien ha rebuscado en los recuerdos, porque sé que ya no duelen, y sé que entre la tormenta traen consigo los momentos felices del principio. Pero me he sorprendido a mi misma, cuando el escalofrío del que hablaba se ha producido al ver escritas las reflexiones de la chica. Una chica a la que jamás he visto, de la que ni siquiera conozco el apellido real, no he oído su voz, pero sí la voz de él hablando sobre ella. En realidad, el poco contacto que he tenido con ella ha sido un intercambio de palabras que empezó siendo violento, y acabó en la nada.

O eso creía yo. Porque me acabo de dar cuenta de que no sólo fue él quien me marcó. Fue ella, con sus reflexiones que aun mantengo frescas en la memoria, con su forma de ver la situación en la que nos encontrábamos, con esas palabras serenas con las que consiguió dejarme sin habla al ver que en realidad, a pesar de todo, no éramos tan diferentes como yo creía. Y hoy lo acaba de volver a demostrar con más palabras y pensamientos...tan cercanos a los míos...

domingo, 17 de febrero de 2013

Tú no me encuentras. Yo a ti tampoco.

Me importa, me afecta y me hace daño. No quiero perder lo que fue parte de mí durante tanto tiempo. Pero han pasado muchas cosas en dos años...Sigo siendo la misma, por supuesto. La "esencia" de una persona nunca muere, por muchas vivencias y personas que pasen a lo largo de su vida. Pero éstas no pasan en vano, cada momento te marca, y forma parte de ti misma, y eso no se puede evitar. A veces se convierten en malos recuerdos y errores de los que aprendes; y otras veces, las experiencias vividas van enriqueciéndote, tus metas se solidifican o cambian, y tu manera de ver la vida puede dar un vuelco en un solo minuto.

Y en este caso, no han sido simplemente tardes muertas viendo pasar a la gente o comprando esmalte de uñas. Ni noches de fuerte música y alcohol en las venas, como tú te crees. Han sido muchos sentimientos distintos, emociones de todo tipo, conexiones nuevas con otras personas que te aportan parte de ellas, y un bombardeo de ideas tal, que sería imposible salir inmune de ello. Pero sobre todo, y en esto deberías entenderme: ha sido un viaje sin billete de vuelta emprendido con otra persona, y ver el mundo a través de sus ojos. 

Por eso yo ya no me puedo quedar perdida en el pasado. No quiero. Ni tú tampoco deberías querer. No vale la pena y perderíamos el tiempo si descorremos todos los km recorridos en nuestra vida para volver a recuperar lo que un día dejamos atrás, porque seguramente otra persona lo habrá encontrado y ya no estará. Así que te invito a mi presente, puedes perfectamente seguir dentro de él si quieres. Y de hecho, me haría feliz estar en el tuyo y que tú siguieses en él, porque nunca te has marchado.

Pero para ello, hay que volver a trazar un camino paralelo, aunque para ello sea necesario atravesar alguna que otra montaña. Es cuestión de querer -porque está claro que el camino no se traza solo-, y de ponerse en el lugar del otro. Y yo estoy convencida de que podemos, y de que podría volver a ser no igual, pero sí genial.

domingo, 20 de enero de 2013

Más que un recuerdo



Admito que esta película me ha gustado más cuando la he vuelto a ver de mayor (y tengo que echar las culpas de esto a una persona especial, que sigue aumentando el patrimonio de un hombre congelado).
Pero es que eran simples colores, canciones y palabras cuando eras una niña. Y luego creces, y entiendes lo que se decía en algunas películas infantiles, dándote cuenta de que era mucho más profundo que la mayoría de los argumentos de las películas de adultos.

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