Hace unas horas.
Aparece un chico de pelo largo que, pese a ser desconocido para mí, tiene un rostro que me resulta familiar. Me habla, me sonríe. Hace lo mismo con ellas. Quiosco conocido. Banco. Glorieta muy familiar con escultura de mujer. Me distancio. Sensación de incomodidad. Coches aparcados. Me encuentro frente a mis amigos, charlando, y de repente, recuerdo que aquel chico de pelo largo es en realidad una conocida que antes tocaba la guitarra y el clarinete, por eso me sonaban sus rasgos... Anciano fumando un puro en la puerta.
Lo absurdo, lo extraño, algunos de mis grandes miedos, ellas, ellos... Pero últimamente, ya no recuerdo tener esos sueños donde aparecías tú. ¿Será que mis sueños se han vuelto tímidos, y ya no se atreven a mostrarte?
Pero no los echo de menos.
Antes me mirabas desde el interior de mí misma, pero me pellizcabas y no sentía nada.
Ahora, esos sueños se han rendido ante la realidad.Pues ni siquiera mil horas soñándote podrían superar un instante contigo.
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